El próximo 1 de septiembre entra en vigor el nuevo impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica con emisiones CO2.

Se trata de un tributo que tiene como voluntad incentivar la reducción de emisiones de CO2 en los vehículos. Se aplicará a turismos, furgonetas y motocicletas, y se calcula que este año afectará a 4,1 millones de vehículos y 2,1 millones de contribuyentes.

¿Quién tiene que pagarlo?

  • Personas físicas o jurídicas titulares de un vehículo de los antes nombrados, y con domicilio fiscal en Catalunya en 2020.
  • Personas jurídicas con establecimiento u oficina y vehículos registrados en Catalunya a fecha de 31 de diciembre de 2020, sin que tengan domicilio fiscal en esta comunidad autónoma.

¿De qué cantidad estamos hablando?

La cuota será desde los 6 euros al año hasta los 60 euros por año, y dependerá de las emisiones de CO2 que consten en la ficha técnica del vehículo, y es proporcional: cuanto más emisiones, más elevada será la cuota. Eso sí, si la cuantía es inferior a los 6 euros, no existirá la obligación de pagar este impuesto.

¿En qué se invertirá el dinero recaudado?

Se destinará al Fondo Climático y al Fondo del Patrimonio Natural. Se invertirán en acciones para mejorar el entorno y el transporte público, impulsar la movilidad sostenible, fomentar las energías renovables y los vehículos limpios, así como en la gestión de los parques naturales y la investigación.

¿Cómo se gestiona este impuesto?

Desde el 1 de mayo, la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC) ha publicado el padrón provisional de los vehículos afectados. A partir del 1 de septiembre se podrá consultar el padrón definitivo, y comienza el periodo de pagos a través de la sede electrónica de la ATC. 

Puede consultar el padrón a través del idCAT Móvil, así como también presentar alegaciones, domiciliar los pagos, pagar la liquidación y presentar reclamaciones.